Si uno no esta completamente satisfecho de como son las cosa a nuestro alrededor, quizás es que tampoco estamos de acuerdo como estamos actuando. Muchas veces nos preguntamos que podemos hacer para cambiar las cosas que no nos gustan, ¿cómo palear de algún modo la desdicha y confunción de los hombres.? Preguntarnos a nosotros mismos, nos conduce a muy poco, y no podemos pelear con el mundo, ni hacer preguntas que no nos da la respuesta que queremos oir, queremos que nada de lo nuestro cambie, aunque veamos que necesitamos transformar muchas cosas.
En nuestro Cuba han ocurrido muchos cambios en estos años de oscurentismo, de verdades a medias. Nosotros los que tenemos la suerte de vivir en democracia tenemos el deber de extender nuestra mano y abrir los corazones.
Todos los cubanos somos iguales en esencia, pero nos ha separado una dictadura que ha inculcado en nuestra mente excesos de izquierda y derecha que resultan igualmente nocivos para un pueblo que tiene que caminar unido para seguir escribiendo nuestra historia.
Debemos darnos cuenta que la historia nos ha obligado a imponernos diferentes retos y exigencias para sobrevivir,y cada uno de nosotros respondemos de modo inconciente en virtud de las vivencias adquiridas.
El inconciente es mas poderoso que lo que queremos creer, porque el inconciente es lo que somos, se nutre de nuestro pasado, de nuestras tradiciones y de los perjuicios adquiridos atraves de la vida.
Para unirnos como pueblo debemos comenzar ambos, los nuevos y los viejos a controlarnos y poner atención en lo que hacemos y en lo que decimos, con el cuerpo, los gestos, la forma de hablarnos, atento a nuestros sentimientos, y a atender esa inatención que engendra conflictos generacionales de los que ninguno de los dos grupos somos culpables.
Estamos fragmentados, de una manera fuera de lógica porque cada uno de los fragmentos del exilio si los unieran, nos haria darnos cuenta que son fragmentos interrelacionados. Cada una de las organizaciones, de los libros que se han escrito, de las voces que se alzan alrededor del mundo influye sobre los demás. Para sentirnos satisfecho tenemos que buscar la manera de unir nuestros fragmentos. Pensar antes de herir, hablar pensando en que como seres humanos somos muy poco, aunque existan muchos que crean lo contrario, pero como grupo, como pueblo somos una fuerza poderosa, los de Cuba , los de Miami o España, en cualquier rincón, hayan nacido bajo la dictadura o solo la conozcan por los cuentos que oyen, somos cubanos y nuestro camino es buscar la unidad de todos los que sufrimos el dolor infinito de vivir sin tener una patria a la que podamos volver.
La Reconquista Anunnaki (cuento)
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Una consulta:Estoy escribiendo un cuento que titularé "La Reconquista
Anunnaki" y quisiera ideas y opiniones al respecto. Les dejo un breve
esbozo del cu...
Hace 8 meses
Magaly, me parece buena tu reflexión, hablas de la fragmentación que las ideologías les imponen a los pueblos. Divides y venceras
ResponderEliminarMuy bueno tu escrito, Magaly. Siempre el enemigo ha tratado de desunirnos y fragmentarnos.
ResponderEliminarUn ejemplo de ello son los 166 grupos que tenemos en el exilio, arreando cada uno por su lado, sin comprender que hasta que no formemos un bloque compacto no vamos a logar tumbar al tirano.
Te felicito, querida amiga.
Martha Pardiño