domingo, 28 de junio de 2009

Alzheimer: Pesadilla de la que no es posible despertar.

El deteriorp, tanto físico como mental a causa del paso de los años, es un proceso normal del ser humano, pero cuando éste es alterado por el irreversible y catastrófico mal de Alzheimer, la vida, tanto para el afectado, como para sus seres queridos, se convierte en un largo, terrible e inevitable calvario.

Si la persona afectada se llegara a enterar de su lamentable situación cuando aún sus facultades mentales se hallan casi intactas, su reacción lógica al ser consciente del triste futuro que le espera, "probablemente" sería de una gran frustración que lo llenaría de angustia y, "por consecuencia", entraría en una profunda e interminable depresión.

Que una persona que ha sido siempre ordenada, olvide de vez en cuando una fecha importante, o dónde dejó las llaves, puede considerarse algo normal, pero cuando estos olvidos se tornan muy frecuentes, esta puede ser una señal de alerta que no debe dejarse pasar inadvertida.

El Alzheimer es la demencia más común en los ancianos, pero también se presenta
en personas relativamente jóvenes.

El comienzo de la enfermedad se caracteriza por el constante olvido de nombres de objetos de uso cotidiano, de la pérdida de concentración, de la dificultad para sostener una conversación sencilla, de los drásticos cambios en el estado de ánimo y de la repetición de frases.

Muchas veces, las personas que rodean al afectado generalmente piensan que éste está
atravesando por un estado depresivo o de ansiedad, sin darse cuenta que ya se encuentra en la antesala de un viaje de dolor y sin retorno. El viaje por el camino del espantoso mal de Alzheimer.

Cuando el enfermo entra en la etapa intermedia, comienza a olvidar asuntos recientes y tareas rutinarias, tales como pagar los servicios, bañarse, amarrarse los cordones de los zapatos, o recordar dónde dejó las llaves. Al llegar a este estado, por lo general, es cuando la espantosa enfermedad es detectada, dejando tanto al afectado, como a su familia, en un profundo estado de incredulidad y confusión. A partir de ese momento comienza la pesadilla que, irónicamente sólo desaparecerá cuando llegue la muerte.

En la etapa final, el cerebro se ha deteriorado a tal punto que la persona ya no puede valerse por si misma para atender sus necesidades básicas. Pierde totalmente la coherencia para hablar y va olvidando paulatinamente las palabras, hasta quedar en un mutismo total. No puede recordar ni siquiera a su familia y, por último, cae en cama para no poder volverse a levantar ya nunca más, y comienza a ser víctima de un sinnúmero de enfermedades hasta que llega la hora final, dejando a sus familiares sumidos en el dolor y enfermos de los nervios.

Para resumir, el mal de Alzheimer es una enfermedad que va deteriorando lenta, pero inclemente al afectado hasta despojarlo de los más preciado que tiene el ser humano: la razón y la vida.


José M. Burgos S.

2 comentarios:

  1. JOSE, MUY BUENO ESTE ESCRITO SUYO. DESCRIBE EN POCAS Y CONCISAS PALABRAS, LA TERRIBLE ENFERMEDAD QUE ES EL ALZHEIMER. YO LO ESTOY VIVIENDO DE CERCA EN LA ESPOSA DE MI JEFE. TAL Y COMO LO DESCRIBES LO FUIMOS NOTANDO DIA A DIA. HASTA QUE IRREMEDIABLEMENTE, SURGIO EL DIAGNOSTICO. DESPUES DE VER ESTO, DECIDI APROVECHAR CADA MOMENTO DE MI VIDA QUE PUEDA JUNTO A MIS HIJOS Y SERES QUERIDOS. NUNCA SE SABE ....
    NORMA DEL SOL

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  2. Querido José, buenísimo tu trabajo. Alberto y yo acabamos de perder una prima muy querida que hacía año y medio que venía luchando con la enfermedad. Cada día que pasaba se notaba como iba perdiendo facultades. Perdió el apetito, casi no hablaba, no nos conocía y murió de un paro cardiaco hecha un giñapo humano.
    Nosotros le dimos gracias a Dios que la muerte llegara porque Gilda no era la persona que habíamos conocido. En poco tiempo, esa enfermedad fue implacable y rapida y acabó con ella.
    Te felicito.
    Martha Pardiño

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