Señores, ¡qué descaro!

Descontento con las pólizas

¿Cuál es la verdadera función de los reguladores estatales encargados de aprobar o no los aumentos de tarifas eléctricas y primas de seguros? Pues se supone que defiendan los intereses del pueblo.
Y entonces se enfrascan en una negociación de casi 11 meses con State Farm Insurance, luego de que se le negara en enero un aumento en sus primas de un 47 por ciento. La empresa había amenazado que se marcharía de la Florida. Así de simple.
Al final le aprobaron un aumento de un 14.8 por ciento. Entonces la compañía decide no irse, pero dice que eliminará 125,000 pólizas dejando, de un plumazo, a esa cantidad de personas sin protección alguna.
Las razones que aduce para pedir el aumento en mi opinión son tan cuestionables como insólitas. Alega que los descuentos a los que preparan sus casas con elementos adicionales, protegiéndolas contra los huracanes son ``tan grandes''... que ¡han producido pérdidas! Evidentemente usan esa excusa ante el hecho de que llevamos tres años seguidos sin sufrir ni un ``vientecito platanero''.
Señores, ¡qué descaro! No sólo por parte de ellos, sino por parte de los famosos reguladores estatales que lo permiten.
No hay que ser un experto para imaginar la enorme ganancia de esta compañía de seguros durante estos años sin tener que pagar ni un centavo por daños a las casas y comercios por concepto de huracanes. Su fondo de reservas debe estar al máximo. Entonces, ¿a qué viene esa solicitud de aumento en las primas de seguros?
Se supone que esos reguladores respondan ante el gobernador y ante los legisladores estatales puestos ahí por nuestros votos. Entonces, ¿todo esto está