viernes, 23 de octubre de 2009

NEGOCIOS TURBIOS.

NEGOCIOS TURBIOS.

No es fácil de comprender cómo maneja el Condado el dinero de los contribuyentes.

Es inaceptable que anuncien un presupuesto y, meses después, lo tripliquen, lo cual constituye una burla a los ciudadanos de bien que pagamos impuestos.

Si Pedro firma un contrato con Juan para que le construya una casa por medio millón de dólares en un término de dos años, Juan no puede decirle después a Pedro que el precio cambió a un millón porque subió el petróleo y con éste, los materiales de construcción. Juan firmó y, por lo tanto, debe cumplir con lo pactado, de lo contrario, Pedro puede demandarlo por el incumplimiento del mismo.

Esto mismo sucede con los oscuros y multimillonarios contratos que firman los funcionarios del Condado que lo están llevando al caos.

Mientras los ciudadanos comunes pierden sus empleos y no tienen la esperanza de conseguir dos o tres empleos para pagar los gastos de sus hogares como lo hacían antes, porque ya no existen, los funcionarios despilfarran el dinero de los contribuyentes en obras suntuosas que darán trabajo temporal a unas cuantas personas, pero que una vez éstas sean finalizadas, volverán a quedar sin empleo.

¿Cómo pueden explicar los brillantes funcionarios que firmen contratos por determinada cantidad y luego ésta se duplique o triplique? ¿Se puede confiar en funcionarios que siempre "calculan" mal las finanzas en perjuicio de quienes pagamos con nuestros impuestos sus errores?

Cuando se firma un contrato por determinada cantidad de dinero, hay que cumplir con lo pactado. Así de fácil.


José M. Burgos S.

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