La dignidad no es negociable.

La dignidad no es negociable.

Un gobierno digno como el que preside Alvaro Uribe Vélez, no puede dejarse intimidar por las amenazas del mal educado y patán dictador venezolano, Hugo Chávez.

Cuando Chávez se ve amenazado, denigra, insulta y amenaza. Amenaza a Colombia con romper relaciones diplomáticas y comerciales, sin pensar el grave daño que le hace a su propio país, porque su egolatría sin límites lo ciega y envilece.

Chávez no tiene amigos, tiene aduladores que él mueve como marionetas, gracias a los
petrodólares con los que ha comprado conciencias, pero no pudo imponer su voluntad
en el pequeño país de Honduras, pequeño en extensión, pero grande en dignidad.

El gobierno colombiano ha permitido bases estadounidenses dentro de su territorio, pero no con prentesiones de agredir a sus vecinos, sino para combatir en equipo el nefasto narcotráfico.

Chávez, Correa, Morales, Noriega y otros están preocupados, no porque teman ser agredidos, sino porque el tráfico de estupefacientes del que se nutren, va a ser fuertemente golpeado.

José M. Burgos S.

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